Para el momento en el que me vi en medio de una situación realmente grave, creí que ya no podía hacer nada. Pero gracias al consejo de una tía y a mi búsqueda por Internet y otros medios, encontré una salida.
Siempre había escuchado sobre las videntes, el tarot y demás, pero nunca había sentido curiosidad. Y aunque me encanta la lectura y vivo metida entre libros, jamás había leído al respecto. Creo que precisamente por no ser un tema que me llamaba la atención, no buscaba libros de ese tipo. Lo que quiero comentar es que fue un libro de videncia y varias publicaciones más, las que me ayudaron con mi crisis.
Precio máx. 1,21 €/m red fija y 1,57 €/m red móvil imp. Incl.
Al llamar se pondrá una telefonista a la que se pedirá que se le pase con su tarotista preferida
Mi librería, mi sueño, mi vida
Contenido
Desde pequeña me ha encantado la lectura. Cuando tenía tiempo libre de colegio y tareas, lo primero que hacía era tomar un libro. Me encanta cualquier tipo de historia que me cautive. Puedo pasar toda una noche sumergida en un libro, si la historia me atrapa. Desde el «Viaje al centro de la tierra», hasta la saga de «Harry Potter». Desde los clásicos de la tragedia y el romance de Shakespeare como «Hamlet» o «Romeo y Julieta», hasta la ciencia ficción juvenil de «Insurgente». No tengo idea de cuántos libros he leído, ni cuántos me quedan por leer. Para mí la lectura es un viaje y una experiencia sin igual.
Con esa afición por lo libros me incliné por estudiar literatura, y mi sueño más grande era el de tener una librería. Sería perfecto! Podría vivir literalmente entre libros, disfrutarlos todos los días y ofrecerle a los demás ese maravilloso regalo. Era mi sueño y comencé a planificarlo desde temprano. Luché por él y finalmente lo logré. Tuve mi pequeña, pero hermosa y variada librería. Conseguí un local bien ubicado, relativamente cerca de mi piso y con espacio suficiente.
Mis socios y su inversión
La inversión inicial para hacer realidad mi proyecto, salió de mis ahorros y varios préstamos. Mis padres me apoyaron económicamente, el que en ese momento era mi novio, y el banco también. Después de todos los trámites, papeleos y arreglos, mi librería abrió al público. Fue un día realmente perfecto para mi. Estaba llena de nervios y expectativas pero feliz. Es una mezcla de emociones que pocas veces se viven, pero que vale la pena.
Mi negocio se desarrolló sin problemas. Podía cubrir las cuentas, pagar las cuotas de los préstamos y vivir en el paraíso. Todos los días me levantaba de mi cama con una sonrisa y salía corriendo a mi mundo de libros. Creo que eso es lo que todos debemos sentir cuando hacemos lo que en realidad nos gusta.
Por ese lado mi vida iba viento en popa, pero por otro lado no. Estoy consciente de que mi proyecto me absorbió mucho, pero creí que todos entendían. Me refiero a las personas más cercanas a mi. En todo momento sentí el apoyo de parte de ellos. Pero resulta que no todos sentían la misma felicidad.
Disolución parcial de la sociedad y algo más
Mi novio decidió que lo mejor era darnos un tiempo. Creo que todas sabemos lo que en realidad eso significa.
La separación la manejamos de la mejor manera a mi parecer. Pero resultó que él quería la devolución total de su inversión en la librería, y de inmediato. Eso no me lo esperaba para nada. En principio debo confesar que en lo que menos pensé fue en eso. Yo estaba aún procesando lo de la separación y manteniéndome en calma, pero él no. Su préstamo al igual que el de mis padres, era considerable. Esa fue una de las ventajas con las que conté, ya que no tuve que solicitar mucho dinero al banco.
Devolverle el dinero a él implicaba un reto enorme. Se me hacía difícil aplicar un préstamo bancario puesto que ya tenía uno pendiente. Mis padres y mis amigos no contaban con esa cantidad, y las ganancias de la librería no eran suficientes.
Las mejores videntes de Barcelona
Con la preocupación y el estrés por el pago pendiente, solo me sentía un poco mejor al trabajar como loca. Sin tiempo para pensar o comer. Perdí varios kilos y mi apariencia llegó a deteriorarse.
Una de mis tías pasó a saludar a mi librería y al verme, de inmediato me preguntó: ¿Qué tienes? Le relaté todo y sin pensarlo me dijo «!ve con una vidente buena!» En ese momento comencé a leer y a investigar sobre la videncia. Después de varias pesquisas al mejor estilo de Hércules Poirot, llamé a las videntes de Tarot Videncia Esperanza.
Mi primera consulta
Me atendió el teléfono Marta y no podía creer lo que ella me decía. Parecía que ese día el libro era yo, y ella me estaba leyendo página a página. Creo que Marta no dejó el más mínimo detalle por fuera. Todo lo contó minuciosamente, y yo sin palabras.
Toda mi preocupación desapareció cuando ella me dijo «La mejor opción para tu librería está por llegar». En ese momento no tenía la más mínima fuerza para preguntarle «¿Cómo? ¿Cuándo?». Y no me hizo falta, ella me lo dijo. «Un inversionista inesperado pero adecuado, será tu nuevo socio. Esta persona además aportará nuevas ideas y mayor promoción. No lo dejes pasar. Él te buscará a ti, pues el nombre de tu librería es especial para él».
Exactamente 22 días después (los conté uno a uno), apareció un viejo amigo de mis padres. El nombre de mi librería era el nombre del libro favorito de su esposa.
No puedo decirles cuán feliz me sentí, cuando conocí al que sería mi nuevo socio. Reí, lloré y no podía dejar de pensar en mi consulta con Marta.
Después de esto he vuelto a llamar al servicio de videncia cada vez que lo necesito. Y he tenido la fortuna de consultar con sus profesionales, que para mi son las mejores videntes de toda Barcelona:
Psicóloga experta en orientación y guía. Redactora a tiempo parcial sobre temas de crecimiento personal y esoterismo. Vidente natural. Trayectoria de más de veinte años en el mundo de la videncia.
